jueves, 29 de noviembre de 2007

En la tierra de los vivos

Pues por falta de tiempo las fotos que tomé en noviembre con motivo del Día de los Muertos se quedaron en la papelera de "pendientes" y pues antes de que termine el mes de Muertos, se las presumo.


Fui a visitar a mi abuela



Y descubrí que tiene una vista bien chingona, hermosa, desde la eternidad...



Ya en el DFectuso, encontré esta ofrenda de los niños de la calle de Tepito

Esta ofrenda en Bellas Artes fue dedicada a los heroes no reconocidos: El Che Guevara, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, un tal Jaramillo; además de Zapata y Villa


Y como no, a la comandanta zapatista Ramona



Y un chiquidrácula, que quiere como que entender

El Metro, teniendo sus propios muertos (suicidas) ¿no se les ocurrió algo mejor?

Mejor los de esta librería le echaron ganas


Cuando sea calaca, así me gustaría ser: una calaca-contenta


Y guapa


¿Y qué tal estas muchachas en el piso?


Y este altar para las mascotas, no muy chido, pero original

En Zacatecas, ya ni me acuerdo en que comunidad, pero la Noche de Muertos la pasan en vela... bajo las estrellas


Ahi viene el trole, el que cuesta bara

Y el que va para Mictlan

Y los panaderos, lo saben, lo saben...


Y los luchadores, Demon y Santo, lo saben, lo saben...


Santo llamando a Demon...Santo llamando a Demon...


Esta foto del doctor Wagner... dedicada al buen Diego

Y que me espantan con el petate del muerto

Y la Policía no iba a faltar: una gorra por cada "compañero" caído este año


Y que descubro que los zompantlis del Zócalo, no son reales...los inventan


Pero, pues no le quedan tan mal...

Ah esta foto se ganó su derecho a permanecer aquí porque se tomó sola. Cuando ví, ya estaba en mi cámara

Y bueno, se supone que Diego y Frida eran nuestros anfitriones...

PD. TODAS LAS FOTAS SON MIAS Y DE MI CAMARITA DE 2 MGPX.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sí es un honor, pero así no

Yo creo que por mucho tiempo Andrés Manuel López Obrador supo conducir bien el enojo de la gente que le sigue y que se siente ofendida por el fraude electoral del 2006. Después del 2 de julio, Andrés siempre tenía un plan, sabía que hacer, decía a la gente cómo organizarse, que estrategia se iba a seguir para adelante, para rescatar el triunfo que le arrebataron y para echar para atrás al gobierno del espurio.


Vinieron los plantones en Reforma, la Convención Nacional Democrática, El Frente Amplio Progresista, la conformación de un gobierno legítimo que, se creía, iba a sustituir al espurio. Las asambleas generales, un gabinete legítimo, la gira por todo el país. El Movimiento de Resistencia Pacífica (MRP). Todo ello mantenía la esperanza y a la vez, sostenía la frustración de mucha gente agraviada. Pero ese proceso se agotó y desde hace tiempo no hay más desafíos. El espurio está gobernando y los diputados del FAP haciendo acuerdos con él.

Muchos simpatizantes de Andrés Manuel están cayendo en cuenta, ahora, de que “se los fregaron” y no se podrá tirar al chaparro, pelón de lentes, y borracho. El Movimiento de Resistencia no es suficiente para contener la rabia, el enojo y la frustración. Porque además, hay que recordar, quienes violaron la ley y fueron omisos (Fox, Calderón, empresarios, Elba Esther, consejeros del IFE) quedaron impunes. No hubo sanción para ellos. Por eso, creo yo, es ahora que están surgiendo manifestaciones violentas. Y habrá que tener mucho cuidado con éstas.

Junto a López Obrador coexisten muchos sectores, grupos, alas, tribus. Están los líderes políticos, aquellos que no saben qué hacer ante la contrariedad que les representa el MRP, que lucha por la dignificación y el saneamiento de las instituciones, y la comodidad que les representan cobrar sus salarios en éstas. Está el ala intelectual, con personas como Elena Poniatowska, Lorenzo Meyer, Fernando del Paso, Luis Mandoky, quienes son pilares y fortalecen al movimiento con su estudio y razonamientos. Le dan legitimidad, serenidad y dignidad, ante tanto golpe político y de los medios.

Pero también están ellos, los perredistas comunes y corrientes que se han radicalizado. Que se enganchan con la mínima provocación, como sucedió con las campanas de Catedral el domingo pasado. Y ojo, tampoco se vale que ahora todos los desconozcan y los linchen. Son parte, lo han sido desde antes de las elecciones de 2006.


Yo estuve ahí, en Catedral, a unos centímetros de ellos, observándolos. Y No, no creo que fueran provocadores, ni esquiroles, ni enviados del PAN. Era un grupo muy heterogéneo: ancianos, jovencillos, muchachas, señoras y señores. Tenían cara de perredistas, eso sí muy encabronados y exaltados por la provocación de las campanas, que, me consta, repiquetearon de manera extraordinaria. En todos los actos que he asistido al Zócalo, a las 12 del día, nunca antes habían tocado así, incesantemente, al grado de no dejar escuchar a los ponentes.

También me consta que estos perredistas entraron por cuenta propia y no por arenga de Rosario Ibarra. Éstos ya estaban dentro cuando la senadora pronunció su discurso de las campanas. Y en el templete ni cuenta se dieron porque unas estructuras en la plancha tapaban la visibilidad de la Catedral.

Habrá que tenerles cuidados especiales a estos grupos, López Obrador debe tener una estrategia especial para ellos, pero no “entregarlos” como pretende la Iglesia, al solicitar que sea el propio PRD el que los identifique y denuncie, como muestra de “verdadera voluntad” de conciliación. No podemos caer nuevamente en su juego. A estos perredistas hay que darles trato de burros, no de traidores.
Algo que pocos han retomado y que me parece fundamental en esta historia es que este grupo, además del consabido “es un honor…”, entró gritando “pederastas, pederastas”, “violadores, violadores”, “Norberto, pederasta, violador”. Y todo con la imagen de Andrés Manuel. “Sí es un honor”, pensé, pero no de esa manera. No me gustó verlos meterse con los feligreses: “Cuiden a sus hijos porque aquí viven los violadores”.


Pero qué haces cuando estas desesperado, indignado y lleno de impotencia: ofendes con lo que puedes y con los que tienes a la mano ¿No? Sólo así me explicó los gritos y la violencia innecesaria contra el mobiliario.

Me queda claro que la irrupción iba acompañada de algo más que el enojo por las campanas. Y de eso se aprovechó muy bien Norberto Rivera para jugarlo a su favor y quedar como víctima, y como víctima presentarse en sus procesos judiciales. Ganó y por partida doble.

Como no...

Y bueno, otra de las cosas “raras” que me hicieron levantar las cejas en este mitin fue el aplauso que la gente le brindo a Marcelo Ebrard, precisamente cuando Obrador destaco la política social del jefe de Gobierno. Creo que es el primer aplauso masivo que le veo, tan espontáneo. Ebrard va ganado en la simpatía de la gente, ya le oí decir “Marcelito” a dos que tres del pueblo. Marcelito ahí va, ahí la lleva.




PD: TODAS LAS FOTOS SON MIAS, MENOS LA PRIMERA.




lunes, 12 de noviembre de 2007

Tabasco; la luna no tiene la culpa

Pues resulta que mi visita a Tabasco se frustró. El día en que salía con dos amigas periodistas, dispuestas a manejar las 10 horas o 12 hrs de camino hasta Villahermosa, nos vimos atrapadas a las tres de la mañana en medio de cientos de tráilers, camiones y autos estacionados. Después de tres horas de espera en una larga cola de autos, un vendedor de café nos dijo: “Lo que pasa es que están colocando una ballena y cierran la salida a Puebla hasta las 6 de la mañana”. Quedamos varadas en la avenida Zaragoza, con nuestras ganas reporteriles y nuestra ayuda humanitaria. Y un enorme coraje porque nadie nos avisó, porque deliberadamente te dejan botado.
La intención de ir a Tabasco era sentir, ver cómo están padeciendo miles de personas, familias que de un día para otro perdieron su casa, sus pertenencias, su patrimonio. Ver cómo años de trabajo, esfuerzo y creación se hicieron agua. Y todo por “la luna” y el “cambio climático” ¿?.

No pude ir, ni modo. Pero mi reflexión ahí va:

Las inundaciones de Tabasco fueron una catástrofe natural. Muchos al ver las imágenes no conmovemos, nos da miedo la naturaleza, sabemos que en algún momento podemos ser nosotros los que estemos en una situación similar y por eso nos solidarizamos. Ante el peligro respondemos en bloque, como una estructura, nos apoyamos. Lástima que no lo hagamos siempre, que no tengamos la cultura de pensar en el otro, colectivamente, concientes de que así obtendremos mejores resultados.

Es sólo en estas ocasiones de desgracia que nuestro sentido de solidaridad aparece, motivado quizá por el miedo. Pero cuando sale a flote se ve todo el poder que tiene la sociedad civil, que casi desplaza a la autoridad.

La cuestión es que en este caso, de Tabasco, como siempre, los de abajo, la población más pobre quedará desprotegida, sin mayor ayuda que la básica, la elemental y sin que nadie se haga responsable de su “desgracia”, porque tuvieron la “mala suerte”.

Me imagino como me sentiría yo si estuviera en esa situación, la impotencia, la rabia, la desesperación de verme sin nada, y sin que nadie se haga responsable de las decisiones tomadas, aunque sean precisamente la de omisión, las de no haber hecho nada para responder a esa eventualidad climática, que por ello mismo se convierte en tragedia.

Inmediatamente después de salvar la vida, la reacción lógica y necesaria de los afectados es que les digan qué fue lo que pasó y quién se hará responsable de sus pérdidas, de los daños que les ocasionaron. Esa autoridad y ese gobierno están obligados a rendir cuentas. Precisamente para eso se les elige, se les paga (bastante bien), para velar por los intereses y el bienestar de sus gobernados.

Pero no, ya lo veo venir. Un nuevo error de diciembre, un nuevo Fobaproa, un nuevo fraude electoral, un nuevo accidente en Pemex, un nuevo linchamiento enTláhuac, en donde nadie es responsable de nada, sino que fueron “una seria de factores que se conjuntaron…”.

Ya veo como todos los gobernantes y autoridades se empiezan a lavar las manos y a evadir responsabilidades. Y es que México es un país de impunidad, en el que los funcionarios disfrutan del cargo, de las prestaciones, los seguros, los bonos, las pensiones, y cuando hay errores que se traducen en daños a la población, nadie es responsable de nada. Son expertos en evadir responsabilidades, en crear comisiones, en lanzarse acusaciones y luego olvidar el tema. Los políticos permiten la impunidad porque se ven en situaciones similares y nadie quiere entregar cuentas. Es un “hoy por ti, mañana por mi”, de impunidad. Ejemplos hay hasta pa aventar pa arriba.

Pero además al que exige y cuestiona por estos errores se le tacha y se le sataniza, porque seguramente es agitador y quiere obtener ganancia política. Eso es mera hipocresía.



El nuevo gobernador, Andrés Granier, quien perdió también parte de sus propiedades y a quien se le ha visto muy activo, y realmente compungido, no tiene mayor responsabilidad en la catástrofe, precisamente porque es nuevo. Pero sí es suya la responsabilidad de decir que pasó en su estado e identificar a los responsables, así sean sus antecesores.

Pero no, apenas se anima a decir que fueron las lluvias, pero si hubiera habido obras de infraestructura esto no hubiera sucedido. Y no va más allá. No encabeza una verdadera defensa de sus gobernados. No denuncia, no exige, no reclama. Ello significaría ir en contra de su partido, de sus antecesores priístas y convertirse en el gobernador incomodo para el gobierno federal. Supedita el daño de su pueblo, a sus intereses políticos.

Que lástima, porque podría encabezar una verdadera lucha por la justicia y la dignidad de los tabasqueños, con lo que ello implica, pero podría salir bien librado y fortalecido, convertido en un líder moral del priísmo y como político. En fin, ya lo veo venir…

Los que no tienen abuela son sus antecesores. Roberto Madrazo y Manuel Andrade. Si en el 99 ya habían sucedido inundaciones, se alertó, se hizo un plan de obras hidráulicas. Porqué no se llevaron a cabo. De quién fue la negligencia. La cuestión es que aquí se ve que no se piensa en la gente, la población les vale un sorbete.

Madrazo se fue a competir en la interna del PRI por la candidatura a la Presidencia de la República y después regreso a “gobernar”. Manuel Andrade no hizo absolutamente nada en 6 años. Ninguno de los dos se ha parado en la “escena del crimen”. Ambos han sacado comunicados, Madrazo dice que está ayudando a la gente desde el DF. Manuel Andrade dicen que salió del estado y ha dicho que no lo pueden acusar de malversación de fondos porque esos fondos para obras nunca llegaron al estado. Osea Fox no envió el dinero. Y este último, con esa incontinencia verbal que le caracteriza, no ha abierto la bocota que tiene para decir nada.

¿Y la Comisión Nacional del Agua? Yo me he preguntado muchas veces porque el responsable de este organismo no alertó. No está para eso, no es su responsabilidad el monitoreo del agua, incluida la de los ríos, las precipitaciones pluviales, el comportamiento de las condiciones atmosféricas. No sé legalmente hasta donde llegue “la esfera de sus responsabilidades”, como dicen, pero para qué carajos nos sirvió este organismo federal, nacional, responsable de qué. ¿Necesitamos este tipo de instituciones? Cuando vemos que no supo, no quiso o no pudo hacer nada para prevenir.

Y no está haciendo nada posteriormente, porque debería estar encabezando las denuncias correspondientes contra quienes fueron los negligentes, señalar a los responsables, en la esfera técnica de sus responsabilidades. “Una seria de factores que se conjuntaron…”, es su argumento. Osea la culpa es de la luna.

Con Calderón ocurre lo que con Granier. No se le pueden imputar las causas de la catástrofe porque él es nuevo (aunque espurio). Pero su obligación sí está en encontrar a los responsables, a quienes no velaron por la seguridad de sus gobernados, en fincarles todas esas responsabilidades que adquiere un servidor público cuando asumen el cargo público, por omisión, negligencia, abuso de confianza, mal uso del servicio público, abandono de funciones, etc. Y eso es ir directito contra Fox, quien no cumplió con las obras hidraúlicas que se le demandaron. Este ranchero gasto miles de millones de pesos en publicarse, y no en aminorar los riesgos para la gente.

Hasta ahora Calderón se ha limitado en ir al lugar del desastre, hacer como que rellena costales de arena y como que reparte despensas, como que verifica la atención a los damnificados, hacer como que está al pendiente. Pero no ha hablado de responsabilidades, por el contrario, fue el primero en decir que fueron “una serie de factores externos que se conjuntaron…”. A él le tocaría representar a los miles de afectados y resarcirles, en la medida de los posible, el daño material, legal y moral.

A la sociedad nos queda solidarizarnos con ellos, no sólo en lo básico y elemental, sino apoyarlos en su reclamo de justicia. No puede ser que su casa, su tierra, sus animales, su carro, sus muebles, sus herramientas de trabajo, sus papeles, sus escrituras, su negocio, su puesto, sus recuerdos y demás patrimonios desaparezcan y a ellos nadie les dé la cara.

El río Grijalva volvió ya a su cauce, aquí el 12 de nov. de 2007

El daño es enorme, grande. Pasarán años para que las familias se repongan y lleguen al mismo nivel de bienestar que tenían. Que no se sepan solos y desprotegidos. Que se les diga porqué pasó lo que pasó y quiénes son los responsables. Además de la luna.
Las venganzas no son buenas, pero tampoco la impunidad. Brindémosles por lo menos justicia.
Algo que nosotros no podemos hacer, sino el Estado. Pero entonces acompañémoslos en su reclamo de justicia y no todo lo contrario. No censuremos al que exige justicia, no demos por bueno el argumento fácil de que “fueron una serie de factores que se conjuntaron…”, ni que "los mexicanos somos todos". A cada quien su responsabilidad.

No fue la luna, la tragedia en Tabasco debe tener nombre y apellido.

PD: Todas las fotos son de NTX