lunes, 27 de abril de 2009

Chilangos VS Influenza

(O de cómo los chilangos enfrentan al gripe porcina y son fieles a si mismos)

Como los viejitos, desde ya puedo contar que me tocó vivir los días de la Influenza en la Ciudad de México, allá por abril de 2009, cuando un extraño virus mató a más de 150 personas en el país, 25 de ellos en la Ciudad de México.





Diré también que me tocó ver cómo ante una situación de incertidumbre la gente exacerba sus miedos y sus creencias. Quien es miedoso, lo es más en extremo y no saca ni las narices, hace compras de pánico, ora a Dios para que aleje a la calamidad y no se quita el cubre bocas todo el bendito día.


El desafiante se vuelve más retador que nunca y se va a la disco; el “sospechosista” asegura que el virus es un invento del FMI para reactivar la economía; el “catastrofista” jura que el virus es del Ébola y van más de mil muertos; el sátiro se da gusto y se burlar de si mismo y de los demás a través del Twitter; el egoísta quiere que todo se adapte a sus necesidades y el hipocondríaco está feliz porque finalmente le dan la razón.


Y está el confiado, seguro de su buena estrella y de que nada malo le pasará. Y en esa categoría me quiero inscribir yo, porque me niego a traer un tapabocas que me asfixia, a no salir, a no abrazar a mis padres y amigos, a no hacer ejercicio, no, no y no. Si he de morir, de menos que sea acompañada y sonriendo.


Y allá arriba se ve igual. Radio Centro encadenó sus 11 estaciones del DF para trasmitir la misa católica los domingos, los dueños de los equipos de futbol se niegan a cancelar sus partidos y los hacen a puerta cerrada (como si los jugadores no corrieran riesgos), López Dóriga le da vuelo a su amarillismo nato y se agandalla el espacio en TV de los Alebrijes, Javier Lozano, el secretario del Trabajo, no pierde la oportunidad para tirarle unos fregadazos a Ebrard por el cierre de los restaurantes, y Calderón...

¿Calderón? Alguien lo ha visto aparecer, decir este "tapabocas" es mío ¿?