jueves, 19 de junio de 2008

Oaxaca es para mi...

Me quedé mirando a la pareja de novios sentados a un costado de mi, en la catedral de la ciudad de Oaxaca. Ambos no pasaban los 18 años. Se acariciaban, se besaban, se prometían amor eterno. Deduzco que ella salía de la escuela porque llevaba una mochila con libros y libretas. Él pasaba los minutos con su cabeza perdida en el cuello de ella. Fue entonces que recordé los tiempos en que yo, abrazada de mi novio del CCH, me preparaba para el futuro y iba a la escuela con la vaga idea de estudiar para ser alguien en la vida. No sabía a qué me dedicaría, y tampoco me preocupaba, era como una meta muy lejana. Mi única certeza era que quería permanecer por siempre al lado de ese compañero-amigo-muchacho-hombre. El resto del futuro era incierto.

Casi 20 años después tengo las respuestas. Ya soy grande. Soy alguien. Me gusta la que soy. Me dedico a lo que me gusta y no me quedé con ese hombre, ni con otros. En materia de amores mi futuro sigue siendo incierto. Ja.

Y esa escena de ocio de mis años mozos se repite en el presente. Pienso lo anterior mientras estoy echada en una jardinera, sin zapatos, fumando, abrazada de mi amigo Scott. Viendo caer la noche, el plantón de maestros en el Zócalo, los turistas chancludos y a los oaxaqueños que caminan despreocupados.

Así pues, mi viaje por Oaxaca: una mezcla de recuerdos, paz, ocio, respuestas y más preguntas. De dejar que la corriente me acaricie y me lleve.

Mitla

Chocolate con pan de yema, y un Güero

Monte Albán


Hierve el agua


Huatulco



Y entre tanta belleza, en la Ciudad de Oaxaca reina un ambiente de crispación y enfrentamiento entre los oaxaqueños. Maestros y activistas de la APPO dispuestos a llevar su lucha hasta las últimas consecuencias, aunque en ellos les vaya la vida. Otros, una gran mayoría de oaxaqueños de a pie: taxistas, comerciantes, artesanos, restauranteros muy enojados con que se trastoque su normalidad y economía y nadie ponga orden. Así mientras en el Zócalo los maestros se "plantan" para combatir al charrismo sindical, los de la APPO advierten que no habrá Guelaguetza, y en el mercado 20 de noviembre las cocinas económicas se manifiestan con cartulinas de: NO AL CIERRE DE CALLES. Todos con la razón de su lado. Nadie quien les haga caso. Quizá por eso el modo de vida parece ser, arrebatar.


El zócalo


Los desaparecidos



La herida


El Zócalo de Oaxaca.


La advertencia


Cualquier parecido, es pura coincidencia


Las calles, los estudiantes

Pero Oaxaca está hecha también de colores, sabores y olores. De sus eventos al aire libre, bailables, flores y fiestas. Dónde la comida, de tan exquisita, despierta lo efusivo que es uno.


Guelaguetza chiquita


Cómo no, Chapulines


Con Candita, en el 20 de noviembre


Sin palabras


¡¡Porras a las cocineras!!


Monte Alban







Mitla






¿Qué no pase? ¿Y porqué no?

Nomás tantito, para saber que hay del otro lado




Hierve el agua


Y aquí me cuestionan: ¿Porqué teniendo todas estas maravillas te aferras a vivir en el DF?





Será porque el DF me viene bien para ser mi punto de partida hacía éstas y otras tantas maravillas.


PD: LAS FOTOS SON MÍAS O DEL GRAN SCOTT.

8 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Interesante y buen reportaje fotografico

Saludos

Blas Torillo Photography dijo...

Hola Con...

Yo también amo Oaxaca, por otras razones, pero es como una segunda tierra mía.

He vivido cosas allá que se irán conmigo cuando me vaya a donde sea que se vaya al terminar.

Me voy con los recuerdos revoloteados todos.

Besos.

El Tito dijo...

Aaaah Oaxaca, tan bello, tan folklórico, tan desordenado... Que lindo es, fuiste a Puerto Escondido o Zipolite?, son la onda.

PD Ese guero muy besucón jaja

El 07 dijo...

Oaxaca...

Bello estado, lleno de tantas cosas: historia, cultura, paisajes, playas... pero también pobreza, discriminación, olvido...

Cuánta ente ha aprovechado todo ello para convertirlo en rehén de la anarquía y la sinrazón...

Gracias por el tour fotográfico....

Chilangelina dijo...

Eh-eh-eh, muchas fotos en un solo post, acaba uno empachado!!
Concharra, tus fotos me trajeron muchos recuerdos, muchos muchos; Oaxaca ha sido un estado muy importante en muchas etapas de mi vida.
Pero sobre todo, me gusto muchisimo verte tan contenta, tan sonriente, disfrutando de la vida; ese es el mejor recuerdo que me trajo tu post.
Te quiero mucho, carnala.

Anónimo dijo...

¡Qué bonito paseo, Concharra! Y leyendo tus andanzas me acordé de la vez que, desayunando en el mercado de Oaxaca, vi que las cocineras empezaban a aplaudir con mucha enjundia, y pues yo con cara de what???? y resulta que así llaman a las señoras que venden las tortillas. Ay canija, ya se me antojó una tlayuda y una nieve de tuna con leche quemada....Besos.

Chilangelina dijo...

Chachevita, faltaba mas! Vengase a Los Angeles, que aunque usted no lo crea, se puede comer una tlayuda como si estuviera en la tierra de los chapulines...

gabriel revelo dijo...

oaxaca es una preciosidad, sobre todo monte alban... sin palabras.

gracias por recordarme un montón de cosas.