domingo, 8 de agosto de 2010

Porque #losqueremosvivos

Los queremos vivos e informando






























































































































Mis fotos de la Marcha de los Periodistas en la Ciudad de Méxco, a la que me uní en exigencia de se garantice nuestro trabajo, y la vida de los periodistas, ambos a merced del crimen organizado, la corrupción de las autoridades y la impunidad que ha dejado sin justicia a los 61 periodistas asesinados en esta década.


Ni uno más, por el bien de la sociedad.

lunes, 2 de agosto de 2010

¿Quién es Margarita Rojas Rodríguez?


La primera reacción al conocer la historia de Margarita Rojas Rodríguez es de indignación, muestra del país de impunidad y corrupción en el que vivimos.

Según la PGR, la directora del Cereso N.2 de Gómez Palacio, Durango, permitía que los narcotraficantes salieran de prisión por las noches para matar a gente inocente en la vecina ciudad de Torreón, Coahuila, y además les proporcionaba armas, vehículos y el regreso a un escondite seguro donde nadie los buscaría.

Una historia tan simple la identifica a ella como única responsable en un hecho aislado, pero... "algo" me hace dudar y es esa firme creencia de que las mujeres no cometemos aberraciones violentas como violar, secuestrar, torturar o cortar cabezas. No concibo a esta mujer, madre de familia, consentir a los sicarios y luego regresar a casa a convivir en familia. Mi creencia sobre la violencia y el género puede no estar científicamente comprobada, pero la refuerza el sentido común periodístico y la historia de la propia Margarita.

Originaria de Durango, es abogada de profesión, egresada de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila. Fue la primera directora mujer que llegó a ese peligroso penal tras la renuncia de dos directores, en dos meses, Arturo Sánchez y Ernesto Fernández, quienes se fueron “por razones personales”, y luego de una riña entre custodios y reos que dejó 20 muertos.

Según José Oliviero Reza, secretario de Gobierno de Durango, Rojas era una persona con buen perfil, había sido agente del Ministerio Público, juez y su nombramiento fue a propuesta de la Barra de Abogados en Gómez Palacio. También fue presidenta del Comité Ciudadano de Seguridad Pública del municipio de Lerdo y recibió el Premio Estatal de la Mujer 2010, precisamente por lograr la paz en ese Cereso.

A su llegada al penal mataron a tres custodios, balearon a otro e hirieron a dos más. “Esto no es tan fácil, aquí uno se vuelve psicóloga, hasta madre, mis hijas me dicen: fuiste a adoptar mil hijos, hay quienes dicen que son escoria, pero no, son seres humanos”, dijo Rojas Rodríguez a Reforma en junio pasado.

Entonces ¿Cómo pudo esta funcionaria corromperse al grado de tirar por la borda una carrera sólida y poner el riesgo su vida y la de su familia?

Quizá sea por obra del mismo poder corruptor que esta semana llevó a Milenio y a Televisa a ponerse de rodillas frente a los criminales que les secuestraron a sus periodistas, que calló de todos los medios nacionales la información del penal -es la hora en que no sabemos quiénes eran los sujetos que salían por las noches- y después silenció la noticia del secuestro; un poder que logró que Milenio emitiera unos narcovideos en su pantalla y sacó de su noticiero al propio Ciro Gómez Leyva. El mismo que hizo regresar de sus vacaciones al secretario Genaro García Luna y al vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez.

Si estos enormes poderes sucumbieron ¿Qué no habrá vivido esta mujer para convertirse en lo que se convirtió?

Raúl Vera, el obispo de Saltillo, ha salido en su defensa con los argumentos de la lógica: “Ella sólo es una servidora pública, pero que se debe investigar realmente quienes son los responsables, que pueden estar en otros niveles, quienes daban las órdenes de dejar salir a los reclusos. Ahí hay una estructura por encima de ella”.

Por ahora la historia va en que está arraigada y la PGR busca en las iglesias de la Comarca Lagunera el acta de bautizo que confirmé el dicho del policía de Lerdo que destapó la cloaca de la cárcel y quien afirmó que Margarita es comadre del narcotraficante Daniel Gabriel, “El Delta", quien le bautizó a la hija.

Será Margarita ¿víctima o victimaria?