Para conmemorar la Revolución Mexicana, de menos, estaría bien que nos dijeran dónde quedó la cabeza de Pancho Villa, robada del cementerio de Parral, Chihuahua, en 1926, y hasta hoy sin encontrar.
Aquí las fotos de mi visita a su museo, el agosto de 2010.
sábado, 20 de noviembre de 2010
domingo, 8 de agosto de 2010
Porque #losqueremosvivos
Los queremos vivos e informando
Mis fotos de la Marcha de los Periodistas en la Ciudad de Méxco, a la que me uní en exigencia de se garantice nuestro trabajo, y la vida de los periodistas, ambos a merced del crimen organizado, la corrupción de las autoridades y la impunidad que ha dejado sin justicia a los 61 periodistas asesinados en esta década.
Mis fotos de la Marcha de los Periodistas en la Ciudad de Méxco, a la que me uní en exigencia de se garantice nuestro trabajo, y la vida de los periodistas, ambos a merced del crimen organizado, la corrupción de las autoridades y la impunidad que ha dejado sin justicia a los 61 periodistas asesinados en esta década.
Ni uno más, por el bien de la sociedad.
lunes, 2 de agosto de 2010
¿Quién es Margarita Rojas Rodríguez?
La primera reacción al conocer la historia de Margarita Rojas Rodríguez es de indignación, muestra del país de impunidad y corrupción en el que vivimos.
Según la PGR, la directora del Cereso N.2 de Gómez Palacio, Durango, permitía que los narcotraficantes salieran de prisión por las noches para matar a gente inocente en la vecina ciudad de Torreón, Coahuila, y además les proporcionaba armas, vehículos y el regreso a un escondite seguro donde nadie los buscaría.
Una historia tan simple la identifica a ella como única responsable en un hecho aislado, pero... "algo" me hace dudar y es esa firme creencia de que las mujeres no cometemos aberraciones violentas como violar, secuestrar, torturar o cortar cabezas. No concibo a esta mujer, madre de familia, consentir a los sicarios y luego regresar a casa a convivir en familia. Mi creencia sobre la violencia y el género puede no estar científicamente comprobada, pero la refuerza el sentido común periodístico y la historia de la propia Margarita.
Originaria de Durango, es abogada de profesión, egresada de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila. Fue la primera directora mujer que llegó a ese peligroso penal tras la renuncia de dos directores, en dos meses, Arturo Sánchez y Ernesto Fernández, quienes se fueron “por razones personales”, y luego de una riña entre custodios y reos que dejó 20 muertos.
Según José Oliviero Reza, secretario de Gobierno de Durango, Rojas era una persona con buen perfil, había sido agente del Ministerio Público, juez y su nombramiento fue a propuesta de la Barra de Abogados en Gómez Palacio. También fue presidenta del Comité Ciudadano de Seguridad Pública del municipio de Lerdo y recibió el Premio Estatal de la Mujer 2010, precisamente por lograr la paz en ese Cereso.
Según la PGR, la directora del Cereso N.2 de Gómez Palacio, Durango, permitía que los narcotraficantes salieran de prisión por las noches para matar a gente inocente en la vecina ciudad de Torreón, Coahuila, y además les proporcionaba armas, vehículos y el regreso a un escondite seguro donde nadie los buscaría.
Una historia tan simple la identifica a ella como única responsable en un hecho aislado, pero... "algo" me hace dudar y es esa firme creencia de que las mujeres no cometemos aberraciones violentas como violar, secuestrar, torturar o cortar cabezas. No concibo a esta mujer, madre de familia, consentir a los sicarios y luego regresar a casa a convivir en familia. Mi creencia sobre la violencia y el género puede no estar científicamente comprobada, pero la refuerza el sentido común periodístico y la historia de la propia Margarita.
Originaria de Durango, es abogada de profesión, egresada de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila. Fue la primera directora mujer que llegó a ese peligroso penal tras la renuncia de dos directores, en dos meses, Arturo Sánchez y Ernesto Fernández, quienes se fueron “por razones personales”, y luego de una riña entre custodios y reos que dejó 20 muertos.
Según José Oliviero Reza, secretario de Gobierno de Durango, Rojas era una persona con buen perfil, había sido agente del Ministerio Público, juez y su nombramiento fue a propuesta de la Barra de Abogados en Gómez Palacio. También fue presidenta del Comité Ciudadano de Seguridad Pública del municipio de Lerdo y recibió el Premio Estatal de la Mujer 2010, precisamente por lograr la paz en ese Cereso.
A su llegada al penal mataron a tres custodios, balearon a otro e hirieron a dos más. “Esto no es tan fácil, aquí uno se vuelve psicóloga, hasta madre, mis hijas me dicen: fuiste a adoptar mil hijos, hay quienes dicen que son escoria, pero no, son seres humanos”, dijo Rojas Rodríguez a Reforma en junio pasado.
Entonces ¿Cómo pudo esta funcionaria corromperse al grado de tirar por la borda una carrera sólida y poner el riesgo su vida y la de su familia?
Quizá sea por obra del mismo poder corruptor que esta semana llevó a Milenio y a Televisa a ponerse de rodillas frente a los criminales que les secuestraron a sus periodistas, que calló de todos los medios nacionales la información del penal -es la hora en que no sabemos quiénes eran los sujetos que salían por las noches- y después silenció la noticia del secuestro; un poder que logró que Milenio emitiera unos narcovideos en su pantalla y sacó de su noticiero al propio Ciro Gómez Leyva. El mismo que hizo regresar de sus vacaciones al secretario Genaro García Luna y al vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez.
Si estos enormes poderes sucumbieron ¿Qué no habrá vivido esta mujer para convertirse en lo que se convirtió?
Raúl Vera, el obispo de Saltillo, ha salido en su defensa con los argumentos de la lógica: “Ella sólo es una servidora pública, pero que se debe investigar realmente quienes son los responsables, que pueden estar en otros niveles, quienes daban las órdenes de dejar salir a los reclusos. Ahí hay una estructura por encima de ella”.
Por ahora la historia va en que está arraigada y la PGR busca en las iglesias de la Comarca Lagunera el acta de bautizo que confirmé el dicho del policía de Lerdo que destapó la cloaca de la cárcel y quien afirmó que Margarita es comadre del narcotraficante Daniel Gabriel, “El Delta", quien le bautizó a la hija.
Será Margarita ¿víctima o victimaria?
Etiquetas:
Mujeres; narcotráfico; periodistas mexicanos
miércoles, 23 de junio de 2010
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido
No sé que me pasó pero ver el féretro de Carlos Monsiváis recorrer las calles del Centro Histórico por última vez me soltó las lágrimas, y es que caí en cuenta de cuánto lo iba a extrañar, acostumbrada como estaba a verlo en todas partes: radio, tv, prensa, mítines, presentaciones de libros, eventos.
Saber que no habrá Monsiváis nunca más…
Saber que la Ciudad de México pierde a uno de sus más férreos y honestos defensores…
Caí en cuenta de que también perdía algo muy mío, algo de mis 20 años atrás. Sus libros y ensayos despertaron mi interés literario e intelectual en mis días de CCH, de universitaria; mejor dicho, con las copias de sus libros me fui interesando, esforzando por entender, por despertar.
No sé porque pero Monsiváis despertaba en mí familiaridad, como si hubiera convivido con él. Quizá porque todo mundo te contaba anécdotas, porque cuando opinaba decía exactamente lo que tú querías decir pero millones de veces mejor, o porque era un hombre que reía, de todo y todos, pero principalmente de sí mismo, contraviniendo el estereotipo del intelectual.
A Carlos te le acercabas sin protocolo, sin guardias de seguridad, sin que portara ese traje carísimo que impone distancia en automático.
La verdad es que no fui una buena lectora de su obra, no lo seguía puntualmente en sus opiniones, me parecía un tanto rebuscado porque entraba a un tema y abría un paréntesis, ironizaban con un capítulo de la historia y regresaba con otro de la cultura popular, de los políticos, de la iglesia. Apenas iba yo asimilando una idea con otra, cuando él ya andaba por otro horizonte. Digamos que me perdía ante su bagaje y su léxico. Reconozco mi incapacidad ante su vehemencia.
Recuerdo una vez una compañera de trabajo que sufría porque no sabía cómo pedirle que asistiera vestido de etiqueta a la inauguración de la exposición Ashes and Snow en el Centro Histórico; recuerdo mi sorpresa al descubrir en un programa de radio que el invitado especialista en Villancicos era Monsiváis; recuerdo que una amiga muy cubana decía que Monsiváis, siendo de izquierda, no quería a Fidel Castro porque fue reprimido en Cuba por ser homosexual. Denise Maerker dice que Monsiváis le contó que dormía sólo 4 horas al día.
Saber que no habrá Monsiváis nunca más…
Saber que la Ciudad de México pierde a uno de sus más férreos y honestos defensores…
Caí en cuenta de que también perdía algo muy mío, algo de mis 20 años atrás. Sus libros y ensayos despertaron mi interés literario e intelectual en mis días de CCH, de universitaria; mejor dicho, con las copias de sus libros me fui interesando, esforzando por entender, por despertar.
No sé porque pero Monsiváis despertaba en mí familiaridad, como si hubiera convivido con él. Quizá porque todo mundo te contaba anécdotas, porque cuando opinaba decía exactamente lo que tú querías decir pero millones de veces mejor, o porque era un hombre que reía, de todo y todos, pero principalmente de sí mismo, contraviniendo el estereotipo del intelectual.
A Carlos te le acercabas sin protocolo, sin guardias de seguridad, sin que portara ese traje carísimo que impone distancia en automático.
La verdad es que no fui una buena lectora de su obra, no lo seguía puntualmente en sus opiniones, me parecía un tanto rebuscado porque entraba a un tema y abría un paréntesis, ironizaban con un capítulo de la historia y regresaba con otro de la cultura popular, de los políticos, de la iglesia. Apenas iba yo asimilando una idea con otra, cuando él ya andaba por otro horizonte. Digamos que me perdía ante su bagaje y su léxico. Reconozco mi incapacidad ante su vehemencia.
Recuerdo una vez una compañera de trabajo que sufría porque no sabía cómo pedirle que asistiera vestido de etiqueta a la inauguración de la exposición Ashes and Snow en el Centro Histórico; recuerdo mi sorpresa al descubrir en un programa de radio que el invitado especialista en Villancicos era Monsiváis; recuerdo que una amiga muy cubana decía que Monsiváis, siendo de izquierda, no quería a Fidel Castro porque fue reprimido en Cuba por ser homosexual. Denise Maerker dice que Monsiváis le contó que dormía sólo 4 horas al día.
Así era el Monsi, de todos y para todos, pero eso sí, su empatía pertenecía a los de abajo, no a los poderosos.
Ver su ataúd con las banderas de México, la UNAM y la diversidad sexual mientras políticos, intelectuales y ciudadanos cantan el Himno Nacional me enchina el cuerpo. Cuánto simbolismo en un país que se desangra (con 23 mil muertos y un presidente que se va al Mudial), con políticos que están en “plenitud del pinche poder” y ministros que evitan impartir justicia porque así lo marca la ley.
Cuánto por decir. Cómo me gustaría que Monsi interpretara su funeral.
Ver su ataúd con las banderas de México, la UNAM y la diversidad sexual mientras políticos, intelectuales y ciudadanos cantan el Himno Nacional me enchina el cuerpo. Cuánto simbolismo en un país que se desangra (con 23 mil muertos y un presidente que se va al Mudial), con políticos que están en “plenitud del pinche poder” y ministros que evitan impartir justicia porque así lo marca la ley.
Cuánto por decir. Cómo me gustaría que Monsi interpretara su funeral.
jueves, 25 de marzo de 2010
miércoles, 24 de marzo de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
Taller Periodismo Digital
GOOGLE MAPS: MURALES DE OROZCO EN GUADALAJARA
Ver Guadalajara en un mapa ampliado
AUDIO: MATRIMONIOS DEL MISMO SEXO
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VIDEO: MATRIMONIOS DEL MISMO SEXO
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